Querrá llamarme egoísta
y le seré franco pero
compartirla con el mundo no puedo.
Con imaginar quien se le acerca,
a quien le sonríe, a quien observa.
Usted pensara que muero de celos.
Pero compartirla con el mundo no puedo.
Quizá este loco y quizá no.
Y tal vez la encuentre en cada esquina
y tal vez la vea en otra mirada.
El mundo se hizo para ella
y para ella me hizo el mundo.
Y a decir verdad es curioso.
Pero compartirla con el mundo no puedo.
Seré inocente preguntando
con esta tonta escusa
que si me piensa, que si me olvida.
Lamento que una parte me han
prohibido y todavía por ella estar adivinando.
Al parecer le será un desvarío.
Pero compartirla con el mundo no puedo.
Quiérase o no tendré que renunciar
por más sea contra voluntad propia,
pero no fui yo quien así lo quisiera.
Siempre el mundo hallara crear temblor
y solo un envión me arrogó a la nada.
Tristeza, es eso.
Pero compartirla con el mundo no puedo.
¿Qué más falta por decir, que no le haya dicho antes?
Si lo que he callado, con estas simples
palabras se lo habré dicho todo.
Algún día no muy en la distancia
otra boca feliz la besara.
Créame, su hija es sencillamente especial.
Pero compartirla con el mundo no puedo.