Amarte, siempre,
para poder cantarle a la vida.
Para decirle al mundo
la felicidad que siento.
Busquemos la felicidad
en lo más ínfimo, lo más pequeño
que pueda existir aún en la tierra,
donde pasas el arado, y vuelcas semillas
para alimentar a tu familia.
En el maravilloso follaje de los árboles.
En la alegría de los niños
cuando juegan en el parque.
En el momento que tú llegas
a nuestra cita para dialogar,
reírnos por cualquier motivo tonto...
ambos sentir nuestras presencias
el uno para el otro.
Disfrutar del aire y del sol.
Escuchar tu dulce voz,
y contemplar la belleza de tu cuerpo.
Cada día te amo más.
Sé soy correspondido,
y eso me hace amarte, siempre.
Derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 13/10/2013)