De la vida voy pasando,
de los placeres huyendo,
a mi alrededor mirando
y entretanto y mientras tanto
poco a poco consumiendo.
¡Cuán corta ha sido la espera
y que largo el caminar!
¡Añorada primavera
quién a tu lado pudiera
de nuevo verte y besar!.
¡Oh aquellos tiempos felices
y añorados de la infancia!
Inconscientes aprendices
pletóricos de ignorancia,
pícaros sin cicatrices.
Atrevidos mozalbetes
sin maldad en que pensar.
Eramos como juguetes
sólo pensando en jugar,
incansables petrimetres.
Soñadores sin soñar
sujetos de muchos sueños,
la vida es un caminar
desde que tu eres pequeño
nunca pararás de andar.
Ahora de otoño el ocaso
miro al pasado y recuerdo
la vida en aquel parnaso,
los amigos del averno
y a todos mando un abrazo.