Ojalá pienses en mí,
no sé,
con tus ojos perdidos
en el horizonte un minuto
antes de dormirte,
cuando pienses en cualquier
otra cosa y de pronto,
me recuerdes,
cuando bien acompañada o sola
puedas imaginarme y preguntar
en silencio por mí,
¡ojalá pienses en mí!
La luna no es luna cuando se
refleja en quietas aguas,
no está lejana,
no es una ceniza sabedora de cuerpos
por la cual amantes y amantes juran,
la luna es un regalo del cielo a la ternura,
es un arrugado cuerpo de leña aromado al amor,
y yo, un pequeño barco que navega en
su reflejo aguardando por ti,
¡ojalá pienses en mí!
El viento pasa,
decide a diario entre vagar en la orilla preso
de mis raíces o levantarme los brazos,
siempre duda,
si apegarme a su piel u olvidarme,
si esperar danzar en suspiros y volverse
torrentoso río que cree todo saber de ti,
o simplemente soñar mirando el cielo,
¡son tantas las noches que espero,
tú allá y yo aquí!,
¡ojalá pienses en mí!
Quizá el resto de mi vida siempre clame
por lo mismo, ¡ojalá pienses en mí!,
y seas tú desde la primera vez,
ojalá cada minuto que cierre los ojos te pueda sentir,
ojalá que el amor, que podamos,
que volvamos a vernos,
que caminar tomados de la mano no sea una utopía,
o si, si nos hace perseguir el sueño de vivir enamorados,
¡ojalá pienses en mí!
Quisiera merecer que me llamen loco,
y poder humillar a la conciencia con el sentido común,
y tener amnesia de ciertos tiempos,
y que la voluntad de tu belleza
sea la frontera de mi alma,
ojalá esta historia continúe y seamos nosotros,
¡ojalá pienses en mí!
T de S
MRGC
Namaste