EN ZOZOBRA
Encalla el alma,
ya no quiere versos
y la garganta que cantaba
ha silenciado y ya no canta
Al fondo en lo profundo se halla oscuro
Y a nivel de la tierra hay tormenta
Los que depredan, solo quieren carne
parasitado el cuerpo que ni ríe
Lavará en tanto la lluvia esa semilla
que germinar requiere con urgencia
Lo hará seguro, en su cambio de rumbo,
ese viento