Dicen que el niño
es muy andariego
que siempre impelido
actúa sin recelo.
Dicen que el muchacho
andariego ha sido
que con ambas manos
tantea divertido.
Dicen que el niño
es muy andariego,
porque hasta lo prohibido
manosea con esmero.
Algunos atrevidos
lo llaman, el andariego,
sin saber que el niño
ha nacido ciego.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Maracaibo Venezuela