La Araña/

Política primitiva.

 

 

 

Insomnio,
una palabra vacía

los ojos se aferran al mañana,

una palabra dormida,
y la antítesis del día

la noche se cuelga de los párpados

y la ventana aún sigue abierta

el aliento de las sombras

desgarran el diafragma de la retina

se oscurece el sentido de la vida

se oscurece,

duermen los demonios

duerme Dios,

y el nocturno

aún sigue asesinando

el destino de los caídos

sobre sus barreras

se inyecta la sangre infecta

la enfermedad de la persecusión del yo

nos atormenta, y no es el insomnio,

son ustedes, las personas,

nos agreden con su indiferencia

nos agreden con sus palabras

nos amarran al exilio en nuestra tierra

allí esclavos de sus ecos, sus voces
-su ignorancia-

nos dejan envejecer frente a la oscuridad
allí donde la luz es la deidad de nuestra cruz.