¡Spyke!
Mi pequeño angelito
Que de pequeño no tiene ni un poquito,
Alegra mis días con su divina compañía,
Escuchándome cuando me siento solita,
Y llenando mi vida cuando me siento vacía.
Sus ojitos chiquitos y marroncitos
Me hablan despacito con su mirada tierna,
Sus orejitas tan suavecitas y caiditas
Hace que mi corazón se enternezca al ver su carita risueña,
La cual expresa resumida toda su bellaza.
Sus patitas pesaditas acarician mis piernas
Cuando quiere o desea algo que yo tenga,
Sus ladridos de cachorrito
–cual era Chichón-
Me despertaban por las noches para que le diera su biberón.
Ahora ya adulto ladra más fuerte –pero menos seguido-
Para hacerme saber que me comprende,
Si me ve triste llora junto a mí mis penas,
Y si me escucha feliz se acuesta cuidadoso en mis piernas
para que le rasque detrás de las orejas.
Su colita mueve como parabrisas descompuesto
De un lado a otro sin que pueda detenerlo,
La agita sin control mostrando su alegría,
A veces al acercase tan contento
Golpea mis nalguitas al mover su colita.
Es mi angelito
Es mi bebe, mi pequeño,
Es mi perrito
Que yo mucho lo quiero,
Por eso quise escribirle estos lindos versos.
Se reservan todos los derechos por Cieroska Estephania Porras Santos. 2009