Lissi

REMEMBRANZAS PARA MARÍA ISABEL-VIII-

Mi deseo de volar se concretó, pero no lo hice con los barriletes como fantaseaba algunas veces, fue en un avión gigante y tú me acompañaste en la aventura.  Después de laborar todo un año emprendimos nuestro primer viaje al extranjero, nos maravillamos con la vista espectacular de las ciudades desde las nubes y abrazamos a la familia allí reunida, uniendo los lazos que la distancia había separado.

 

En ese viaje nos sentimos nuevamente como niñas al vivir los cuentos de hadas de los libros en la tierra de la fantasía . También el mundo acuático  se nos presentó casi al alcance de las manos al observar de cerca los grandes mamíferos nadar con gracia y hacer todo tipo de suertes, para nosotras totalmente novedoso en esa época.  

 

Aprendimos de una cultura nueva; a ver el desarrollo de una forma diferente, aunque la calidez de nuestra gente es incomparable.  Estando lejos apreciamos nuestras costumbres, el sabor peculiar de nuestros platillos y la libertad de nuestros pasos  por el campo.  A ese viaje siguieron otros, pero en tu compañía la emoción de la primera vez quedó marcada en mis recuerdos.