micaela fernandez

Tras el cristal

Te sigo,

quiero saber que haces,

quiero saber como es tu vida,

y descubro que eres ese hombre perfecto

que ama a sus hijos, que siempre quiere

estar allí para ellos,

un esposo enamorado de su mujer,

como debe ser;

un hombre que me quiere como una gran amiga,

que me desea como mujer que soy,

pero que no puede entregar su corazón;

en su corazón solo hay lugar para su familia.

Entonces te aplaudo por lo grande que eres,

te deseo todo el bien que puedo,

Pido a Dios por tu hermosa familia,

sin embargo

no logro sacarte ni un instante de mi mente,

y me imagino que un día voy a estar con Vos,

parece imposible ahora pero tal vez

no lo sea el día de mañana.

Entraste de una forma tan especial a mi vida

que es difícil arrancarte y tampoco quiero hacerlo.

Encontré la mejor forma de no perderte,

y es convirtiéndote en mi mejor amigo.

No puedo ser algo más por ahora,

primero ambos debemos arreglar nuestra situación de parejas.

Tal vez sea un gran pecado el haberme enamorado de Vos,

algo que no fue buscado, algo que surgió,

tal vez tu dolor por lo que estabas a punto de perder

fué lo que más me hizo apegarme a Vos,

parecía increible que quisieran separarse de Vos,

con lo adorable que eres, al menos para Mi.

y es que te apareciste de repente,

me ofreciste tu amistad y la tomé: una de las mejores

cosas que me han sucedido en los últimos años.

Dicen que es preferible pedir perdón que permiso,

y pido perdón a Dios por sentir este amor por Vos,

por estar enamorada de Vos,

porque me he dado cuenta de que eres lo que

quiero en mi vida hoy y siempre.