¡Ay, mi amor - enemigo...!
Que me sabes a miel y a flor de romero;
a tomillo de la sierra agreste;
a la caza del furtivo,
y a presa herida y en el zurrón aún caliente...
¡Ay, mi amor - enemigo...!
Que me sabes a ronroneo de arroyo escondido;
y a cuerpo desnudo entre juncos y monte bajo,
y al amor entre acebuches
y zarzamoras impenetrables...
Y a misterioso arpegio en los aires libres.
Tuve promesas de luz en un sueño azul-celeste creado en mi corazón.
Ese corazón que nunca quiso pasar de ser niño;
y que ya no juega buscando el mimo;
y que anhela la sublime aria de tu beso...
lo tenga, o no, merecido...
Tu y yo, de la mano y juntos.
Allá donde el paseo se nos corone de trinos.
Y donde arriba sepamos que viven,
en los seguros nidos, como infantes pelusones : Ellos,
pidiendo y exigiendo su ración ensalivada de granos de amor de padres...
Y en ese dulce y familiar sendero... Vivir:
Tu y yo, de la mano y juntos...
¡Ay, mi amor - enemigo!
¡Que sabes que te busco y me esquivas!
Y que, en este juego donde el todo, es poco,
y el mucho, es casi nada,
soy yo el que pierdo
y no tengo mas ganancias que saber que solo me rindo...
Y sigo concediendo homenaje infinito, al reflejo de mi amor suspendido,
y que ama,
recordando tu sonrisa de vainilla con hebras finas de canela
en rama...
Y yo de amor querría hablarte...
y tu aún no quieres saber nada...
Y sin querer siquiera,
solo dejas un pisco de goma de liria donde mi alma se atrapa,
y agoniza,
y revolotea, día a día,
con sus alas apresadas...
Que tampoco quiere huir para ser libre, y morir sola, de llanto amarga...
¡Ay, mi enemigo!
¡Que, cuando quieras,
con solo decir \"QUIZAS...\"
habrás construido un \"celeste - dulce - verso\"...
donde en clave de amor podremos \"vivir - soñar\"
para siempre juntos...!
(“Dobleazur” – José López)