Mis labios de papel
Se mojan con la tinta de tu piel
Y mi voz calla el silencio de tus ojos
No tienes piedad
De mi tonto y cruel corazón
Que tu voz atraviesa el paño de mis letras
Y tus manos abrazan fuerte mi tímida voz
Que susurra muy lentamente tu nombre
Cuando no estás vos
El ángel vigía me descubre
Robando tu corazón de metal
Que se funde con el calor de mi alma
Que junto a la tuya escapan
a la ciudad del sol.