Soy la arquitecta de mi propia escritura,
escribo letras sin cesar
en momentos de soledad...
Interpreto solemnemente un sentir,
mostrando con plenitud
la sensibilidad del alma.
Advirtiendo con fuerza en las punzadas,
plasmadas en signos designados
la emotividad que me somete.
Invade mi espacio sin permiso
ata mi alegría por unas horas
florece sin riesgo la pena
... sin causa alguna...
Ignoro el momento de partida
y el de regreso,
la seguridad única
que sí hay retorno...
No imploro ayuda!
es mi naturaleza esporádica,
permitiéndome de esta forma
explorar mi esencia.