Murialdo Chicaiza

MARISMA

Regresar quiero a la línea horizontal

que el mar impone en la distancia,

hacia aquel azul nunca quieto, átomos de luz.

 

Al murmullo terco  que no se acalla

a esas vibraciones llamadas olas de sal

a ese vaivén  de espuma y burbujitas

esas caricias de la brisa y tu recuerdo.

 

Pisar con los pies desnudos los fragmentos

de conchas hechas añicos, la arena.

Imaginar mundos de agua, profundos

como este rezago de alegrías llamada tristeza.

 

Mirar quiero gaviotas de plata y plumas

pelícanos ciegos de picos grandes.

 

Sed de ocasos la escena debe acabar

para regresar a la noche tibia del regreso

sentir que mi memoria no me engaña

que solo imaginé el mar, su bisexualidad:

la mar, el mar, llama, lleva, me despide.