Rodéame con tu silencio
como una sombra luminosa,
de espaldas al viento
camíname el pensamiento
como lluvia de fuego.
En tus ojos vacíos se adivina
el paisaje que temen los desterrados
y no he sabido detener mis pasos,
voy a ello como sedienta
al oasis que no existe.
Eres un sol que me ha enceguecido,
rodeada de oscuridades
he podido mirar en ti, dentro,
miénteme entonces, hazlo sin remordimiento,
muerte disfrazada de vida.
Es en la comisura de tus labios
donde resbala el veneno
que se ha anidado en mi alma,
me ha penetrado por la boca abierta
mientras repetía tu nombre.
El mar embravecido estalla
y no permite ningún otro sonido.
Calla entonces... Déjame escuchar
en tus besos como se me escapa,
amándote, hasta el ultimo aliento.
Zyanya@
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