Las divagaciones - galeras de la psiquis- caminan:
Oigo a un poeta de asfalto
su aullido gritándole al mundo anacrónicos deseos
flujos de saliva en las comisuras mientras los versos cuelgan.
Mixtura en los semáforos del ámbar
peatones sin caras por lápidas humanas...
bocinas de ambulancias en la vida.
A un poeta de asfalto oigo
ladra gritos que no son de moda
persiguiendo el momento dorado de un otoño.
Impregnando el aire de canto
el poeta de asfalto vuelve a la creación de sus cámaras.
Su aerógrafo escupe al cielo tributos de letras.
Dejará un estrella escrita en la galaxia... retales de verso y carne.