Si algún día tus párpados
se cansan de soportar,
a aquellas eminencias
pletóricas de majestuosidad,
tan miríficas y especiosas
como las torres de la facultad,
me ocuparé de sorprenderte
para que no se puedan cerrar
las ventanas de tu alma,
que por el contrario se abran más,
y en ellas yo pueda ver,
que es lo que tengo que dar,
lo que debo de hacer,
para de alguna manera,
poderlas capturar,
y no sufrir más la espera
durante la cual no las puedo mirar.
Representarlas de alguna forma
en cualquier lugar.
Porque tus pestañas son tan largas
como se vuelven las horas cuando te marchas,
yo quisiera tener algo para recordarlas,
tan solo hasta el dichoso momento
que comienza al encontrarlas.
No basta con fotografiar aquel portento
ya se ha hecho mas no logran capturarlas.
De hacer una pintura…
jamás la terminaría,
aunque en vez de pincel usara brocha,
plasmarlas en el lienzo no podría.
Tal vez un grabado…
pero son tan prolongadas,
tan simétricas y son tantas,
que acabaría desesperado
y no conseguiría tallarlas.
Entonces quizá una canción
que diga cómo se jactan,
siempre hermosamente erguidas,
con perfecta precisión
y orgullosas de si mismas.
Estoy seguro que captan
alguna ignota estación
en su propia señal de radio.
Pero de música no sé nada,
ni soy tampoco un arcadio
pero pretendo hacer poesía
quizá mediocre, pero denodada,
al menos hacer un verso intentaría,
uno por cada pestaña…
con solaz y fácilmente escribiría.