Esperanza es aceptar
ser lo que eres y dónde estás,
sólo en este momento,
afrontar el aquí y el ahora,
en el eterno presente
que nunca se agota.
Esperanza es perdonarte,
seguir adelante y amarte,
aunque no te quiera nadie.
Esperanza es perdonar
los errores, la ignorancia
y los juicios de los demás.
Esperanza es por la mañana,
sentir la alegría,
de seguir todavía con vida,
es respirar este instante,
aunque solamente para ti
eso sea importante.
Esperanza es hablar
con los árboles,
relajarte enraizada
en la Madre Tierra,
como única referencia,
haciendo camino al andar,
flotar sobre las olas del mar,
inspirar, expirar y vibrar
con el mismo sonido y armonía
que la Madre Universal,
reconocer tu origen y final,
ese es tu modelo, tu herencia.
Esperanza es poder decir adiós,
sin juicios y sin rencor,
es vivir y ser feliz,
aunque no estés junto a mí.