SONORO

EN MEMORIA DE ANTONIO MACHADO

 

Poemas machadianos,

aire fresco en la penumbra.

Mi estuche se fue llenando

de luz y letra menuda,

 

Poemas sencillos tiernos,

palabras nunca escuchadas,

¡oh! alimento vital

que fue llenando mi nada.

 

Cantares limpios, sutiles,

sueños primaverales,

melancólicos senderos,

emociones a raudales.

 

Ya la fuente no es solo fuente,

que es murmullo confidente,

 ya, el prójimo no me es extraño,

ya, el silencio me da alas,

ya, es bien impagable, el amigo,

ya, la pena ajena, me embarga.

 

No es solo noche la noche,

que es una inmensa pizarra

para dar vida a mis sueños

y donde la ambición se para.

 

Empapado de tus versos

y enseñanzas proverbiales

sentí ser un hombre nuevo.

 

Maestro entre los maestros,

que es tu obra postrera,

recuperar a personas

para sensibles y buenas,

con la semilla preciosa

de tu obra imperecedera.