Quédate en mi vida,
¿Por cuánto tiempo? No lo sé,
Tal vez hasta que el último pétalo de la existencia quede marchito,
No preguntes por el futuro
Cuando ni él sabe lo que nos depara,
Tú solo quédate,
Que sabremos llevar por buen camino
Nuestros pasos.
El tiempo, que es un egoísta,
Qué envidia a los que se aman
Nos jugara sus bromas,
Haciendo de los años
Plumas al viento.
Cuando no reconozcas a la mujer del espejo,
Cierra los ojos y recuerda
Nuestro primer beso,
La noche que bailamos en la playa,
Las historias que inventamos a los monumentos,
El vacio que sentías cuando cerrabas tu puerta
Esperando el mensaje “ya estoy en casa”,
Y al dormir soñábamos lo antes vivido.
Entonces será el momento que abras los ojos,
Te reconciliaras con la del espejo,
Pues descubrirás en sus arrugas
Más que el paso de las lunas,
El transitar del amor por tus días.
Triunfadora del reto de cornos
Sabrás lidiar con mi silla sola,
Con los momentos atrapados en fotos amarillas.
Cuando me descubras en la cocina,
Comiendo a escondidas,
Buscando bajo la cama mis zapatos,
En el patio mirando las estrellas,
O presientas que grito al quemarme con el café.
No te asustes, solo son los momentos que he dejado anclados,
Cumpliendo mí promesa de no dejarte nunca.
Sonríele a mi recuerdo,
Cuéntale como te fue en el día,
Haz le el amor,
Oféndelo,
Bésalo,
Discute con el…
Pero si esto en vez de aligérate el luto,
En vez de ponerte contenta,
Pues hemos vencido la más grande distancia,
Te causa problemas en el alma y te pesa el corazón…
Entonces olvídame,
Que en casa so se mencione más mi nombre,
Tira todo lo que te haga recordarme,
Quema mis letras,
Si pese a todo sigo en tu mente…
Vuélate los sesos,
Envenénate,
Ahórcate,
Haz lo que quieras pero ven conmigo,
Que no aguanto la muerte sin ti.