Estoy aquí parada en la península,
donde casi todo es mar en derredor
empujada al ostracismo cual espora
que se desprende volando de la flor.
Estoy en un fragmento de mi alma
queriendo que venga la tormenta,
que sus poderosos estruendos,
sus relámpagos anuncien,
el arribo de las gotas resfrescantes
que trae consigo la precipitación.
Anhelo sentirlas sobre el rostro
de todos mis sueños ya gélidos,
en ese letargo soterrados
por el antiguo suplicio impuesto.
Que se desprendan poco a poco
de aquel cieno que los confina.
Que germinen como la flor de loto
abriéndose al sol desde la penumbra.
- Mis Sentimientos