Sencillo de suspicacias y desinteresado
es el amor de una madre.
Tan simple como noble.
Cuando caiga un mundo y único de pie,
se sostendrá el amor de una madre.
Fénix entre todos.
Vivirá mi madre
en la tierra y en el cielo.
Para nunca perderla.
Ya se habrá ido y quedara su memoria,
recordando lo que muy sabia ha dicho.
“Ganar el cielo”
Para nunca más dejarme.
Habrá muchas caricias en la vida
pues más nunca como la de una madre.