Cada noche de sí, limbo fosforescente, inaprehensible cobijar. Así sus
níveas ciénagas, así su láctea serenidad, casi angélico su argento tulipán.
Chiffon en que obnubilados los pasos, su inquietud apetecen gravitar. Cada
noche me desconozco... cada noche me descubres más... eclipse o cometa,
somos suspensión de una sola tempestad (...) somos total fugacidad. No me
dejes caer... en ápice del infinito hila los trapecios que necesito para
continuar. Bucles arrasados por los astros, lévame al goce de perdernos
más allá... hasta el onírico pubis donde se gesta la eternidad. Ciégame,
irreversible... no me dejes mirar atrás. Cíñeme con mayor fuerza, más
delicioso tu vino en las tinieblas, de tus besos más dulce su volcán.
NO ME DEJES CAER...
© Derechos reservados
Propiedad intelectual Lucero Moscoso
Bogotá D. C. Colombia.
PROSA POÉTICA.