Esos copos de nieve
que veo caer
sobre los árboles,
embellecen
sus troncos sus ramas,
con una nueva imagen.
Luego los funde
el calor del Sol,
la nieve del árbol
se desvanece,
porque al árbol
no pertenece
Y el árbol comprende,
no entristece.
Por qué llorar
por los que se van.
La raíz del árbol
es inmutable
perenne y permanece,
sobrevive al frío,
a la nieve,
como el Sol
es inagotable.
Las raíces son profundas,
saben que no son
ni la nieve ni el Sol,
ni el frío ni el calor.
Observa bien,
todo un día pasará.
Con el tiempo y el amor
el helor que paraliza
desaparecerá.