Fue cuando llegué a Madrid
En aquel invierno gris
Sus ojos se posaron en mi.
Y su mirada pura y honesta
Como el primer copo de nieve que cae en invierno
Fue el primer paso para que empezasemos a querernos...
cogidos de la mano
Fingimos no saber
Que vivíamos en un tiempo prestado,
Que lo nuestro acabaría tarde o temprano.
Pero como hacer caso a la cruda realidad
Tras aquellos labios carnosos haber besado.
Y aun sabiendo que estábamos muy equivocados
No me arrepiento de haberla amado.