******************************************************************
Me gusta esa mirada que tanto me dice…
que se entiende justo con la mía
y que en su complicidad ambas predicen
ése trémulo sentir que nació un día.
Me gustan esos labios con sabor a caramelo,
manjar exquisito que me provoca…
ellos, los que guardan mil y un anhelos…
y quisieran compartirlos junto a mi boca.
Me gustan tus manos, hacedoras de caminos…
mensajeras de sueños, los tuyos y los míos;
por la sabana de mi cuerpo llevan consigo
toda una vida que se advierte entre ríos…
Me gustan las palabras que siempre dices
son ellas, la luz de tus pensamientos…
y el eco de tu voz, que induce en mí deslices…
momentos que eclosionan… ¡sí, son momentos!
Me gusta ése, tu cuerpo vigoroso,
de norte a sur todo me complementa,
Adonis que encumbras cimas airoso
y Afrodita acá, diosa que te ostenta.
Me gustan tus cimas de azabache por explorar,
mientras mis ojos caminan ansiosos…
se vislumbran más tierras por coronar;
¡cuánta savia hay en un vello frondoso!
Me gusta tu alma sí, tu alma entera,
la que un día capturó mis ojos
y que me dijo sí, soy yo el que te espera
allá... donde quieras complacer tus antojos…
Y es que, hombre, todo me gusta de ti,
caballero ejemplar y muso sin igual,
complemento directo, sintagma viril;
concretas la oración con verbo “amar”.
Hija del Sol
******************************************************************