Aun que la ceniza este caliente,
Y el mar este callado,
Mi corazón sentirá el frio,
De tu ausencia rapaz.
La luna reclama tu brillo,
El silencio del ruido me consume,
Intenso e inolvidable tu recuerdo,
Lamentos con disfraz ofrezco,
Al mencionar tu nombre.
Soledad que no recordare,
Cenizo y cruel; Aquel día,
Que tu piel morena acaricie,
Aquellas mejías que vi llorar,
Ahora las veré reír.
Y adiós amor eterno;
Un hasta luego no se Valera.