En mi patio ¡Qué insólito!
el arco iris ha caído
no se si fue a propósito
o fue por descuido.
Al ver sus colores
aproveché su policromía
porque esas ocasiones
no se ven todos los días.
Pinté las chupetas
y otras golosinas
y los globos de fiesta
que mi hijo tenía.
En la pequeña pecera
que compré hace meses
pinté a mi manera
como a cinco peces.
Fui hasta el ropero
de mi bella hija
y pinté con esmero
todas sus camisas.
Por la emoción mudo
salí apresurado
a pintar los capullos
que no habían brotado.
Pinte mariposas y flores
de distinta manera
y retoqué sin temores
el camino de piedras.
Pinté… No lo dude
eso no lo niego…
Y tan pronto pude
lo volví a su cielo.
Y sí lo que cuento
no me lo han creído.
Véanlo en el cielo
que está desteñido.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Maracaibo Venezuela