alicia perez hernandez

Esa soy yo y Ese soy yo

Soy la arteria de tus venas. 

Soy la sangre que tu cuerpo.

Soy el tic tac de tu corazón.
El soplo de tu aliento soy.
Tu último suspiro llevo.
El dolor de no tenerme me duele.
La molestia de tu boca,
el sentido de tu vida,
el llamado de tu alma,
el espíritu que te aquieta,
la medicina de tus horas,
la esencia que te abraza
-ésa soy yo-.
 
La presencia que te arropa,
la sombra de tu día,
la entrada y salida,
la mañana que te espera,
la brisa de tu velero,
el azul de tu cielo,
el mar que te baña,,
el camino que recorres,
el descanso de tu espera,
la ventana que se abre,
el anhelo de tu noche,
los brazos que te esperan
-ésa soy yo-.
 
Tu ayer y tu mañana,
tu regreso -tú, cuán lejos:
diez mil kilómetros de por medio.
La música que escuchas,
la melodía que bailas,
el estandarte de tu puerta,
la entrada de tu alcoba
mi entrada en tu entrada-
la desnudez de tu piel,
el perfume de la rosa
la caricia que se queda,
el atardecer soñado,
la lluvia que te moja,
los besos que te espera
-ésa soy yo-.
 
Soy eso y más.
Soy tu pensamiento,
tu conciencia que te arrulla,
tu tierno amanecer,
lo intenso de tu amar,
lo profundo de tu ser,
la nostalgia del ayer,
la presencia que te toma,
la boca que te besa,
los brazos que te abrazan,
el cuerpo que sobre ti amanece
el aliento que se pasea por todo tu ser,
disfrutando el sabor tu piel.

Dejando el sabor de mis labios en ti.

- tomado de ti el beso de amor

que yo quiero sentir-
 -ésa soy yo- siempre te amaré
 
 Alicia Pérez Hernández

-No es la pluma la que escribe es el ama-

 ese soy yo

Un suspiro soy yo,

una utopía,
un amor imposible que no me llega
que diez mil kilómetros lo separan.

-De una mexicana llamada Alicia-
Ese soy yo…
entre los geranios de tu ventana,
una risa que sube
hacia arriba,
una brisa que entra por las rendijas
de tu puerta, en la alcoba
de tu almohada.
Ese soy yo: fuego enredado
a tu lengua encendida.
Ese soy yo: astro errante,
sol en la arena,
ola en el mar, sin ti Alicia mía

quereres en la playa,
espuma suelta en la ribera.
Ese soy yo: un río que rumorea,
un susurro entre la hierba,
un ruiseñor
en tu alameda,
un cristalino arroyo por el huerto
de tu pradera,
un gonomo
por entre los pasillos de tu casa.
Ese soy yo:
el puente que atraviesas
cada día yendo a la tienda,
la sombra del árbol que te cobija,
sentada en el banco de piedra.
Ese soy yo: de un espíritu esencia
en vaso de poeta, dedicándote versos.
Un perfume misterioso, soltado
por la pluma amorosa a una musa mexicana
que me ha inspirado ser de ella -Alicia se llama-
los interiores encendidos
del momento de mi alma enamorada.
Ese soy yo: una vela
que siempre estará ardida
de tu corazón llameante
en las arterias de tu vida.
Ese soy yo: tu esencia viva...

-Amándote a diez mil kilómetros que nos separan

no me alcanzará la vida, esperando por ti, dulce ali-

(Salvador- 5-5-11- Granada)