Tantas lágrimas rodando en tus baldosas,
tantos cuerpos mutilados en tu lecho
tantas voces sollozando en las penumbras
tantas manos mojadas por el llanto
y tanto amor en el límite del desencanto…
Imágenes cadenciosas que me irritan
pasean palmo a palmo por mi espectro,
se nutren de nostalgias y de olvidos,
caminan por mis noches sin consuelo
y beben de mi vino somnoliento.
Cuánta ausencia se desliza por mi cuerpo,
cuan profunda es la queja de los muertos
que contemplan a la tierra desde adentro,
que padecen las pisadas de los vivos
y pregonan con sus almas desde el cielo
Momentos como éstos… tan inciertos,
despojan de luz mis pensamientos…
los convierten en resquicio de la nada
lo derivan por donde quiera el viento
y los dejan destrozados… como muertos…
Qué sombría mañana me despierta,
qué nostalgia se apodera de mis penas…
cuánto amor desperdiciado y turbulento
se hace carne en la carne de los cuerpos
y convida a caminar por otras sendas…