Sabas

La reina

La reina

 

A ella le dicen la reina

Porque el poeta se arrodilla cuando pasa

E ilumina la noche con su beso.

¡Ay, que bella es ella!,

Tiritando como estrella de los sueños

Ante la noche que se empapa de sus luces

 Y al suave temblor se espanta…

 Tiembla, desde sus fases y sus vértebras

Como un corazón que acaso viera

El alma misma de los dioses.

Así es ella, brillante y bella

Como la semilla pintoresca de las flores

Que parpadea entre pimpollos de colores

Al encarnar la eterna luz del alba.

A ella le dicen la reina,

La de los ojos vivos

Que aclaran en sus fauces

El alma misma de las almas.

¡Ay mujer que bella eres!

Para morir de amor la tropa entera de los poetas

Que sin beber el verso mismo de los versos

Al fin pudiera ver solo musas de ti

Saliendo y saliendo, de los ombligos del aire

Volando como espejos al cielo

Donde solo alumbra el poniente infinito.