De rodillas te pido que me aceptes por favor
pues no seria nada si no tengo tu amor,
no te había dicho antes talvez por mi cobardía
pero créeme que te llevo en mi mente día día.
Recuerdo aquella tarde primera vez que te vi
con tu sonrisa y cara de ángel y en seguida enloquecí, fue hace tanto tiempo y aun lo llevo presente
pues créeme que nunca te he apartado de mi mente.
Dicen que el verdadero hombre es el que acepta su error y el mío fue nunca haberte confesado mi amor, pero si entro en tu vida juro voy a decorar
todo tu corazón tu alma y siempre te voy amar.
Don Juan