Marisol-coincidir

Lo que soy.

Soy esto…

Una flor marchita, un precipicio, un dolor sin sentido.
Unos ojos sin mirada, un rostro sin sonrisa.
Un destino sin camino, un sol sin brillo.
Una luna sin romance, una canción sin música.
Un libro sin historias, un corazón sin latidos.
Una escritora sin emociones, un poema sin inspiración.

Soy…

Quien busca y jamás halla.
Y en medio de la nada se llena de vacío.
Lo que escuchas, buscas y anhelas pero nunca ves.
Lo que en silencio refugias en tu interior, y hace que éste sienta.
Tu secreto mejor guardado, lo que siempre has amado, pero a nadie, se lo has confesado.
Un sueño, una inventiva, una quimera pasajera.
Una voz sin cara, un nombre sin dueña, un cuerpo sin alma.
Un pecado, un castigo, un infierno sin testigos.
Un cielo inexistente, una paradoja sin tiempo.

Una vez fui…

Niña.
Un canto de alegría, una risa contagiosa, una ilusión compartida.
Una pequeña estrella, una estatua encantada, viento, roca, flor amarilla, río, árbol y hasta una vez, fui nube.
Danza entre las llamas, ola en medio del mar, beso de los enamorados.
Un espejo que se quebró, un mundo paralelo que desapareció.
Los hoyuelos en sus mejillas, el suspiro que se le escapa cuando la ausencia siente.
La felicidad que en sus dedos retiene, su mejor cuento, su más dulce melodía.

Deseo ser…

Tu vida, tu realidad.
La mejor sensación que pueda llegar ha sentir tu piel.
La delicia en tus labios, el sosiego de tu alma, la paz de tu espíritu.
Tu mejor compañera, la más intima de tus confidentes, tu mejor amante, tu amiga constante.
Con la que compartas alegrías y quien mitigue tu dolor.
Tú rosa sin espinas, tu instrumento más armonioso, del que consigas el mejor sonido.
Las huellas que se marcan junto a las tuyas, el calor que sientes a tu lado por las mañanas.
Quien mitiga tu sed, y alimenta tu cuerpo.
Quien satisface tu deseo, y enorgullece a tu ser.
El último susurro que oyes por la noche y lo primero que necesitas al llegar el alba.


Seré…

Una lágrima, un olvido.
Lo que en un descuido perdiste.
Lo que tal vez en alguna ocasión nombres.
Una simple palabra de amor, un poema sin final.
Una historia que no narrarás.
Una gota de sal entre tantas que hay en el mar, un diminuto grano de arena.
Un segundo en el inmenso tiempo, que no repetirás. 
Lo que creíste real, pero jamás fue, lo que dejaste partir sin luchar.
Un navío sin tripulación, un mapa cuyo destino no supiste encontrar.
Un laúd sin concertista, una vihuela que no volverás a tocar.
Una justa sin contendientes y de la cual te perdiste su final.
Seré nada, un nombre sin rostro, unas palabras sin cuerpo, una voz sin alma.
Esa que ama, pero sin ser amada.
La que habla sin ser escuchada. 
La que ven pero no miran.
Simplemente deseo ser lo que no soy, y seré, lo que no deseo ser.