elio alves

Noche Sorda

 

Cuando por fin la noche deje de ser sorda,

habrá pasado mucho tiempo desde entonces,

contestara a mis sueños la inquietud ingenua

que pregunta por ti para conciliarse sin temor.

 

Confidente ella vendrá a mí ventana  a platicar,

me llevara a tu sueño en una ola de nube,

y al beber de su cabello, confeccionara una diadema

de evolutivas estrella, que dejare a tu lado.

 

Sin embargo, no es muda la noche, ni ciega,

solamente ignora el sol que suele ser mi amor,

por estarte observando y no sabe que decir.

 

Su tacto impresionado regala sus caricias a tus ojos

lo sé y tengo celos, pero no culpo su arrullo inocente,

cuando ella me escuche, le pediré que te traiga a mis sueños.

 

 

Managua, Nicaragua.