LA LIBERTAD MADRUGADORA - CAFÉ:
A mi familia, por el amor infinito.
Una respuesta delicada en el oído izquierdo,
Que te crispa, cual invierno caluroso,
Un cuaderno con apuntes desatendidos,
Y manchas que se nos adhieren al alma.
Versos gélidos, que causan malestar,
Escuchar llegar a los amantes del ayer,
Imaginar un beso prohibido,
Escribir sin pausa a oscuras, como siempre.
Beber, mi hábito madrugador,
Que se enfrenta a la cama,
Por un roce de mi piel,
Nada lo detiene,
¡Estoy lúcido!, la madrugada sigue.
El sabor y aroma de la selva virgen,
El soñar de la naturaleza y la melodía del infinito,
Se palpa en un solo grano,
Que sosiega a miles,
Y genera grandes bondades.
JARS (CC)