Llueve...la prístina alegría
del invierno amplio y señorial,
lleva su carga de armonía
al añejo árbol de mi umbral.
Llueve... la risa transparente
de la lluvia de cristal belleza
me ofrenda ¡Oh, tan generosamente!
su fina y suave gentileza.
Llueve...su majestad azul
esconde su mirada misteriosa.
Y llega engalanada en bello tul
el mágico perfume de una rosa.
Llueve...Regresa la hermosura
del verdor a dar vida a la pradera.
Fauna feliz gritad con donosura:
¡Ha llegado la hermana primavera!