Lissi

BAJO LA SOMBRA DE LA BUGAMBILIA (II)

La tarde caía sigilosa acompañando el carruaje nupcial que se dirigía hacia un pueblo cercano a La Esperanza llamado “La Fortuna”, el camino era muy pedregoso y se levantaba mucho polvo, hacía saltar el carruaje provocando malestar en Elena quien no paraba de sollozar desde que abordó el vehículo. 

 

 

Emilio, no pronunció palabra en todo el camino, solamente la veía, tratando de interpretar sus sollozos que probablemente se debían a la separación de su casa familiar. ¡Era tan jovencita!  Le gustó desde la primera vez que la vio camino a la iglesia, él había enviudado desde hacía mucho tiempo y ansiaba volver a casarse, quería una jovencita sana para que le cuidase hasta el final de sus días. 

 

 

Elena, era la tercera hija de una familia pobre que mantenía a sus ancianos padres cosiendo ropa.  Era muy hábil con sus manos por lo que mucha gente acudía a ella para que les confeccionara trajes para ocasiones muy especiales.  Ella, era la persona ideal que buscaba el hacendado y pensó en hablar con sus padres lo más pronto posible, antes que a Elena le llegara algún pretendiente joven.

 

 

Era de noche cuando entraron al pueblo, casonas blancas de tejas rojas se vislumbraban a cada lado de la calle empedrada, una iglesia blanca con ribetes rosados se imponía en el centro de la plaza alumbrada por algunos faroles de kerosene.  Se percibía mucho silencio y una cálida brisa saludó a Elena que se asomó por la ventana del ruidoso carruaje.  Pensó que el lugar era bonito, se enjugó las lágrimas y trató de hacer a un lado su tristeza y aquellos recuerdos…que la lastimaban tanto, la carta que le obligaron a escribir, el barco y la pluma del águila blanca…

 

Continúa...