albertomorales

Vagabundo

Hombre que caminas silbante,

que recoges abrojos y migajas de pan;

hablas con las bestias y hierbas silvestres,

caminando sin miedo y sin girar atrás.

 

Te entregas a Morfeo en rincones inocuos

cuando la tiniebla se dispone a reinar;

alimenta tu cuerpo lo que cede la tierra,

y te abres caminos entre la oscuridad.

 

Eres alma libre de este pragmático mundo,

no te ciñes a las normas de la sociedad,

jamás llevas un breviario forzoso,

despiertas al alba tan sólo a caminar.

 

Aceptas dádivas de generosos hombres,

y percibo gratitud por los dones tomados;

recoges los despojos que vierte el pueblo

para intercambiarlos por algún bocado.

 

Nadie sabe lo que tu mente concibe,

por veredas y calzadas deambulas en soledad;

eres vagabundo con sus manos libres,

ensimismado en tu peculiar felicidad.


Alberto Morales Ureña

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