Como mariposa te posaste
yo como jazmín, te fui a seducir
recorriendo, mi piel
de mis ojos esmeraldas, mitad ámbar
su brillo, preludio de albores por venir
libando cada parte de mis poros
mi amor robaste, como miel
origen ambiguo, al que succionaste
siendo clamores, aras donde rezarte
por estar junto a ti;
fui acusado de apostata, por decir que
eras mi diosa, me pregunté
porque, no podía en esta tierra
tener mi propia herejía;
ambrosía, entregándome a ti
ambivalente sincronizando
amor y odio, partido mi corazón
rebuscando, recuperarlo donde el espejo
cambiado me olvidó, que el lado
era reverso y cambié mis labios. por timidez
de un amado que reflejado, no reconocí
al despertar de este engaño
en el que me perdí, al ver que sólo
lo había soñado, pensando sólo, en ti.