De Gaviota Romero Blandino
Año 1988
Recuerdo el día, que me dijeron, ¡es una niña!
Sin conocerte, ¡ya te quería!
Cuando te tuve en mis brazos, ¡qué feliz que me sentía!
Eras tu tan chiquitina, tan tierna, y tan bonita.
Con unos ojitos verdes, que al mirarme sonreía.
¡Cómo te quiero mi amor! Mi pequeña, mi tesoro.
Hoy tú tienes tres anitos; y cuando me dices,
¡mamá cuanto te quiero! Con tus bracitos en mi cuello,
en ese momento, yo no me cambio por nadie.
¡Cómo alegras tú mi vida! ¡Mi pequeño corazón!
Deseo que cuando crezcas, en la tierra no haya
odios, ni temor, que no exista el desamor.
Que tú seas muy feliz.
¡Ay, mi pequeño tesoro! Lo eres todo para mí.