Desde tiempo vetusto, tú amanecer
me obsequia con mirada de lucero,
en tus ojos titila amor austero,
es la luz que ilumina mi hondo querer.
Tu rostro en mis manos todo poseo
es radiante en el momento de amarnos,
viajo al cielo al instante de besarnos.
Después de ésta vida, nada deseo.
La vida junto; es entera armonía
como con el aire, el pájaro en vuelo.
Eres jardín de Afrodita en desvelo
muero y resucito aquí de alegría,
racimo maduro embriaga tu vino
en blanco y tinto matiza el camino.
El señor de los fierros
(Copyright © 2013 - Todos los derechos reservados.)
Afrodita; yo solo yo, soy el crimen perfecto de las palabras, que junto para decirte cosas bonitas…