Tú lo dijiste cuando tus ojos me hablaron con esa voz de piedra y cerraste la puerta al universo que alguna vez te di.
Cada palabra que te dije fue verdad, cada cosa que hice fueron los sueños capturando tus ilusiones; y todo fue real.
Ahora quiero dormir y que la vida me lleve a tus brazos de espinas, que, aunque duelan es el mejor lugar donde puedo dormir.
Crucé el cielo y navegué en un firmamento vacío de tus estrellas.
El tiempo se suicida y cada espacio que fabricamos se redujo a tu nada.
Una rosa besa tus labios, pero muere con el veneno que poseías; así como yo tomé de tu amarga miel.
Sentí al mundo descansar en nuestro hogar, sentí a los mares posarse en nuestra mirada y no hallé mejor lugar que tus brazos de espinas…
Navegué por el firmamento y crucé el cielo estacionado de estrellas vacías.
El tiempo se suicida y cada espacio que fabricamos lo redujiste a la nada.
Tomaste mi vida y me abrazaste con tus brazos de espinas y nunca hubo un mejor lugar para quedarme…
Redujiste cada espacio a la nada e hiciste que el tiempo se suicidara.
Redujiste cada espacio a la nada…