He de arrancar de mi
el recuerdo de tu ausencia,
como borra el niño la palabra mal escrita en el cuaderno...
y cuando logre borrarte escribiré historias nuevas
llenas del olor de los jazmines,
llenas de olor a tierra mojada y café.
Y tu recuerdo ya no habrá de importarme,
y podré dibujar días soleados,
días de andar en bicicleta, sin rumbo alguno
y con un libro bajo el brazo.
Dejándome llevar por las historias que el libro quiera contarme,
dejándome arrastrar por la literatura que te dio forma,
y una vez que haya pasado tiempo,
volveré a ti para leerte de nuevo por primera vez.
Leonardo Torrez
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