Sin tu mirada. Esta… la mía
se va tras de ti,
en la madrugadas fría de tu despedida…
La noche se llevó tu vida,
tus besos y mi alegría,
Más las penas que había,
en la lejanía de tus ojos, se cerraron
sin mirarme… ¡Mi dulce amor!
ya no había sol en tus pestañas
ya no había mañana para los dos
solo horizontes en la lejanía
-Bocas sin besos-
ojos vacíos de mirada…
sin razón para vivir…
Mi vida no te sostuvo…
Mis fuerzas no fueron suficientes
y mi amor no te alcanzo.
llego el invierno cuando era primavera
llego el rocío a mis cienes.
Ilusionada pienso en el
próximo el encuentro
para verme en tus ojos
enamorada quede de ellos.
Tú mi dicha,
y hoy cual desdicha
siento, al no tenerte.
Vuelo de aves.
Nido de pájaros
viento que llora
noche sin sueño
vacío de amores
pasión sin dueño
quedo flotando
mi amor a muerto.
En las entrañas de un invierno.
en las mañanas que no lo encuentro.
cuando busco el mensaje privado y no está,
veo tus ojos en la fotografía,
con lágrimas de despedida.
Soles y lunas se alejan despacio
al cielo de tus veros eternos
poemas que me dedicaste… con tanto amor
¡Perdóname! hubiera apreciado mucho más, más,
-Ese decir tuyo tan hermoso de mí,
ser la protagonista de tus versos de amor
es un orgullo, pero es más que eso,
es vivir ese momento que vivimos los dos…!amor mío!
y los plasmaste en bellos versos llenos de amor para mi
Y ahora sola recorro ese camino,… ¡vida!
que no emprendimos, porque tu adiós me sorprendió
Y a destiempo te dejo mi eterna gratitud por amarme tanto.
(Pero siempre ame más yo. Te lo dije muchas veces
que no merecías mi amor, perdóname)
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe es el alma-
Mi palabra va escrita para mi dulce ali
Mi palabra va escrita con amor para ali
en la corteza de tus deseos.
Mi palabra está metida
en las moradas de tu pensamiento,
tejiendo hilos de oro
tras la celosía de tu ventana.
Mi palabra vive en el huerto
de tu corazón en llamas… dulce ali
-rosa y azucena, dalia y cactus,
ardiente y dulce primavera-.
Mi palabra muerde las flores
de tus montes alzados -cuánto bien
se acaba en un día, cuántas ilusiones el viento
se lleva-.
Mi palabra suena cual rumor de agua
entre los jardines de tu casa
-remo la vida, aun muriendo-.
Mi palabra queda bajo la acacia,
regalándote dulces, palabra pegada a tu oreja.
Mi palabra, divina Ali, estando quedas tú,
mirando las lejanías...
Busquemos otra sombra –para darnos el amor-
el amor de mi palabra,
y calme tu corazón ansioso de palabras cálidas...
-palabras de amor para mí amada azteca Alicia-
-Salvador 27-10-11- Úbeda-