alicia perez hernandez

Sin tu mirada y mi palabra

Sin tu mirada. Esta… la mía

se va tras de ti,

en la madrugadas fría de tu despedida…

La noche se llevó tu vida,

tus besos y mi alegría,

Más las penas que había,

en la lejanía de tus ojos, se cerraron

sin mirarme…  ¡Mi dulce amor!

ya no había sol en tus pestañas

ya no había mañana para los dos

solo horizontes en la lejanía  

-Bocas sin besos-

ojos vacíos de mirada…

sin razón para vivir…

Mi vida no te sostuvo…

Mis fuerzas no fueron suficientes

y mi amor no te alcanzo.

llego el invierno cuando era primavera

llego el rocío a mis cienes.

Ilusionada pienso en el  

próximo el encuentro

para verme en tus ojos

enamorada quede de ellos.

Tú mi dicha,

y hoy cual desdicha

siento, al no tenerte. 

Vuelo de aves.

Nido de pájaros

viento que llora

noche sin sueño

vacío de amores

pasión sin dueño

quedo flotando

mi amor a muerto.

En las entrañas de un invierno.

en las mañanas que no lo encuentro.

cuando busco el mensaje privado y no está,

veo tus ojos en la fotografía,

con lágrimas de despedida.

Soles y lunas se alejan despacio

al cielo de tus veros eternos

poemas que me dedicaste… con tanto amor

¡Perdóname! hubiera apreciado mucho más, más,

-Ese decir tuyo tan hermoso de mí,

ser la protagonista de tus versos de amor 

es un orgullo, pero es más que eso,

es vivir ese momento que vivimos los dos…!amor mío!

y los plasmaste en bellos versos llenos de amor para mi

Y ahora sola recorro ese camino,… ¡vida!

que no emprendimos, porque tu adiós me sorprendió

Y a destiempo te dejo mi eterna gratitud por amarme tanto.

(Pero siempre ame más yo. Te lo dije muchas veces

que no merecías mi amor, perdóname)

 

Alicia Pérez Hernández 

 

-No es la pluma la que escribe es el alma-

 

 

Mi palabra va escrita para mi dulce ali


 

Mi palabra va escrita con amor para ali

 

en la corteza de tus deseos.

 

Mi palabra está metida

 

en las moradas de tu pensamiento,

 

tejiendo hilos de oro

 

tras la celosía de tu ventana.

 

Mi palabra vive en el huerto

 

 de tu corazón en llamas… dulce ali

 

 -rosa y azucena, dalia y cactus,

 

 ardiente y dulce primavera-.

 

 Mi palabra muerde las flores

 

 de tus montes alzados -cuánto bien

 

 se acaba en un día, cuántas ilusiones el viento

 

 se lleva-.

 

 Mi palabra suena cual rumor de agua

 

 entre los jardines de tu casa

 

 -remo la vida, aun muriendo-.

 

 Mi palabra queda bajo la acacia,

 

 regalándote dulces,  palabra pegada a tu oreja.

 

 Mi palabra, divina Ali, estando quedas tú,

 

 mirando las lejanías...

 

 Busquemos otra sombra –para darnos el amor-

 

 el amor de mi palabra,

 

 y calme tu corazón ansioso de palabras cálidas...

 

 

 

-palabras de amor para mí amada azteca Alicia-

 

 

 

-Salvador 27-10-11- Úbeda-