Suplicio eres,
tortura clavada en el alma.
Con la cruel espina de tu indiferencia,
destila dolor mi ánimo
nadando en delirios de borrasca.
En la garganta, tu silencio
entusiamos ahoga,
desapareciendo en praderas
desveladas de amor.
Mis sueños hacia ti
ruedan,
solo silencio encuentran.
A nuestros corazones imagino
abrazados en loco frenesí,
danzando
al compás del vals nacido de mi cariño.
Suspiros del pecho escapan
al no cruzarse nuestras
miradas.
Al tenerte tan cerca, y a la vez
tan alejada.
Abatido me encuentro
esperendo algún día
en mi precises.
bambam