Tengo luto en el alma,
tengo hiel en las venas.
¡Esta ausencia de calma
cómo nutre mis penas!
Tengo agrias las manos,
tengo icor en la faz.
¡Cómo rondan gusanos
en mi vida sin paz¡.
Tengo roca en los dientes,
tengo sal en los dedos.
Dos macabras serpientes
me consumen de miedo.
¡Cómo sangran mis ojos!
¡Cómo sangra mi piel!
¡Cómo caen mis despojos
por la tierra de hiel!
¡Cómo escapa en la brisa
de la tarde fatal
la doliente sonrisa
de mi vida letal!