Exprimo los recuerdos
En la complicidad del insomnio
La tristeza adquiere
Un maquillaje de silencio
Y el grito
Se enrola en estrellas
Robando la luz al alba
Y llorando la ausencia nocturna
No hace falta dormir
Porque sueño despierto
Y acaricio los recuerdos
De los dulces y amargos momentos
No se vividos u oprimidos
Tan solo Sé Que
Las hondonadas del corazón
Se agigantan en las noches de insomnio
Y cobran vida las esperanzas
Como el desencajado reflejo
De un ayer, sin memorias
Que se oculta en las grietas
De un inclemente aislamiento.