Rosa Baladron Rodriguez

MI VIDA ES MÍA

Sistemas y prejuicios sociales,

represión de espontaneidad,

esclavos de la máscara humana,

asfixiando la Ley Natural.

Nos encontramos en el camino,

pero quedamos muy lejos

en el olvido.

 

Dictados de actitudes,

comportamientos,

escondéis de mi vida lo verdadero,

disimulando lo secreto, lo auténtico.

Hago como si estuviera de acuerdo,

digo que entiendo,

cuando no comprendo,

digo que comprendo,

cuando no entiendo.

Sometidos a las conveniencias,

se prefiere más

la engañosa apariencia,

que mostrar

la desnudez verdadera.

 

Desde la cuna una extraña,

aprendí a sonreír a la injusticia,

a veces a la desgracia,

nadie encontré quien de verdad

me tocara el alma,

tan sólo soñaba,

proyectaba mi esperanza.

Después la realidad

te golpea la cara,

jamás en este mundo

me sentí en mi casa,

sigo adelante como

si no pasara nada.

 

No hay tiempo

para pararse a mirar

con los ojos del amor.

Hemos convertido el corazón,

en una imagen del ordenador.

Lo utilizamos en la pantalla

pero no oímos su mensaje, su voz,

ni nos movemos

al ritmo de su canción.

 

Siempre más rápido

y listo que los demás,

para  ser respetado,

productivo y eficaz.

No hemos nacido para ser robots,

me lo dictan los sentidos,

me lo dice el corazón.

 

Quiero gritar

mis anhelos, mis cantos,

mis risas y mis llantos,

saber quién soy yo,                                             

vivir la vida que me regala Dios,

no perderla en espejismos falsos.

 

Quiero la libertad

y la fuerza de los vientos,

vibrar y fundirme

en la Luz del Universo.