Llegaste y recuperé un instante de tu voz
Sentí el calor de un abrazo imaginado.
Sé que eras tú
porque una luz se me encendió en el pecho
Imaginé un camino sobre las aguas.
Vi a una gaviota descender hasta la piedra
donde descansó sus alas.
El mar se adentró en mi espacio
y de un golpe arrastró las letras de tu nombre
que había escrito dentro del corazón
Te devolviste a las aguas ... soñaba.