Tristezas y amarguras...
Pardas melancolías...
Hojas amarillentas
de vetustos otoños...
¡Ya impetuosos os barren
risueños vientos
de ilusión, de esperanza,
y de nueva vida!
¡Otro día amanece
que otras nuevas promesas
de azarosas venturas
va susurrando!
Sin duda fugazmente
tendrá su ocaso
que, fatal e insensible,
forzará que esas hojas
que en la mente brotaron
con verdor luminoso,
amarilleen.
Y amaneceres nuevos,
nuevos ocasos,
y nuevos resplandores
que en nuevas sombras
volverán a extinguirse,
irán entretejiendo
nuestro exiguo y convulso
caminar por la vida.
¡Efímera existencia
que escapa como el agua
entre estas nuestras manos!